María Eva Duarte de Perón, nació en
Junín o Los Toldos, Buenos Aires, Argentina, el 7 de mayo de 1919 y falleció en
Buenos Aires el 26 de julio de 1952. Política argentina. Hija ilegítima de Juan
Duarte y de Juana Ibarguren, vivió pobremente en su pueblo natal hasta que a
los dieciséis años huyó a Buenos Aires. En la capital argentina trabajó como
actriz en pequeños locales y en la radio, y a partir de 1935 comenzó a gozar de
cierta popularidad, si bien sus papeles carecían de relevancia.
En tales circunstancias conoció
al coronel Juan Domingo Perón, con quien inició una relación íntima y se casó
en 1945. Este mismo año, Perón fue destituido de sus cargos de la secretaría de
Trabajo y de la vicepresidencia de la nación y confinado en la isla de Martín
García. Entonces mostró Eva su gran energía y carisma para conectar con los
sectores nacionalistas del ejército afines a su marido y con los trabajadores,
que se habían beneficiado de las medidas sociales impulsadas por Perón desde su
puesto.
La campaña de agitación social
que emprendió culminó el 17 de octubre, cuando miles de trabajadores, a los que
ella llamó «descamisados», ocuparon el centro de Buenos Aires para exigir la
libertad del político, en una de las mayores manifestaciones populares habidas
en el país hasta entonces.
Una vez liberado, Perón se
presentó a las elecciones de febrero de 1946 y obtuvo un rotundo triunfo. A
pesar de la popularidad de que gozaba, ella no aceptó ningún cargo oficial y
prefirió impulsar una política social desde la presidencia de una fundación que
llevaba su nombre. Financiada con fondos públicos, la Fundación Eva Perón
repartió ayudas sociales a los más necesitados.
Evita, como habían comenzado a
llamarla las clases populares, se convirtió en el rostro humano del régimen y
en el enlace del presidente con las organizaciones obreras, principalmente la
Confederación General del Trabajo (CGT). Su particular preocupación por la
situación de la mujer la llevó a fundar en 1949 el Partido Peronista Femenino y
a promover desde él medidas orientadas a una mejor integración de la mujer en
el mercado laboral.
Gracias a su intervención, la
legislación laboral articulada durante la primera presidencia del general Perón
se tradujo en unas mejores condiciones de vida de los trabajadores y de los
sectores hasta entonces marginados de la sociedad argentina. Tampoco permaneció
ajena a la situación del pueblo español, y en 1947 viajó a España, en los
peores momentos del aislamiento internacional del régimen franquista. Su visita
estuvo precedida por la concesión del gobierno peronista al régimen español de
un crédito millonario para la compra de trigo, maíz, carne, legumbres, etc.
En 1951, año en que publicó su
autobiografía La razón de mi vida, la CGT la postuló como candidata a la
vicepresidencia. Sin embargo, la propuesta topó con la férrea oposición de las
Fuerzas Armadas, que veían en ella una amenaza en su calidad de portavoz de la
línea más radical y reivindicativa del peronismo. Por otro lado, la propia Eva
era reacia a aceptar cargos públicos, convencida de que la eficacia de su labor
estaba en la proximidad de su relación con la gente. Además, el conocimiento de
la grave enfermedad que la aquejaba la indujo a renunciar a la candidatura en
un emotivo acto en el que se dirigió a la multitud desde el balcón de la casa
de gobierno.
Su muerte significó el inicio de
la decadencia del régimen peronista, que tres años más tarde fue derrocado por
un golpe militar. Para evitar el peregrinaje popular a su tumba, los militares
secuestraron y trasladaron el cadáver de Eva Perón a Italia y más tarde a
España.
En 1975, el gobierno de la presidenta del país, la que había sido la
tercera esposa del general, María Estela Isabel Martínez de Perón, llevó de
nuevo a Argentina los restos mortales de Eva Perón.
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