martes, 24 de febrero de 2015

Rosa Luxemburgo





Nació en Zamosc, Imperio Ruso el 5 de marzo de 1871, en el seno de una familia de origen judío, su padre fue Eliasz Luxemburg III, un comerciante de madera y su madre Line Löwenstein. Rosa tuvo 4 hermanos. Rosa nació con un defecto en el crecimiento, lo que la discapacitó física y psíquicamente durante toda su vida. Después de estar postrada en cama por una dolencia en la cadera a la edad de cinco años, quedó con una cojera permanente.

Desde 1880 asistió al Liceo Femenino Gymnasium  en Varsovia, desde edad muy temprana, Rosa ya era parte del Partido Polaco Izquierdista Proletariat; desde 1886, de forma clandestina, ya que años antes este partido había sido desmantelado y cuatro de sus líderes fueron condenados a pena de muerte.

En 1887 Rosa termina sus estudios secundarios con muy buenos resultados, posteriormente en el año 1889 viajaría a Suiza para evitar una inminente detención, comenzaría a estudiar en la Universidad de Zurich; Filosofía Historia, Política, Matemáticas y Economía de manera simultánea, sus áreas de especialización fueron la Teoría del Estado, La Edad Media, y Las Crisis Económicas y de Intercambio de Stock.

Rosa siempre se mantuvo en sus principios marxistas y en 1893 junto a Leo Jogiches y Julian Marchiewski, fundaron el Periódico La Causa de los Trabajadores, oponiéndose a las políticas nacionalistas del Partido Socialista Polaco. Rosa creía que una Polonia independiente solo podía surgir tras una revolución comunista en Alemania, Austria y Rusia, ella mantenía su idea que la lucha debía focalizarse en contra del Capitalismo y no en la consecución de una Polonia Independiente, negando por tanto el derecho de autodeterminación de las naciones bajo el socialismo, lo cual causaría su posterior enfrentamiento con Lenin.



Una Rosa sostenida con el puño izquierdo en honor a
Rosa Luxemburgo representa a los partidos social demócratas 



Su Pensamiento:

La Dialéctica de la Espontaneidad y la Organización fueron las características centrales de su pensamiento, donde se considera la espontaneidad como a un acercamiento radical o incluso anarquista y la organización como un acercamiento más burocrático o institucional a la lucha de clases. De acuerdo con esta dialéctica tanto la espontaneidad como la organización no son cosas separables, son más bien diferentes momentos del mismo proceso, de manera que uno puede existir sin el otro.

Para Rosa Luxemburgo la Revolución de Octubre, era una revolución proletaria, afirmando que la burguesía liberal tuvo que ponerse en movimiento a causa de la demostración de la fuerza del proletariado, cuya tarea era acabar con la guerra imperialista y además luchar contra la burguesía imperialista. Su aguda crítica a la Revolución de Octubre y a los bolcheviques disminuyó en la medida en que ella explicó los errores de la revolución y de los bolcheviques como un completo fracaso del proletariado internacional.

Rosa Luxemburgo formó parte en la frustrada revolución de 1919 en Berlín, aún cuando este levantamiento tuvo lugar en contra de sus consejos, dicha revuelta fue sofocada con la intervención del ejército y la actuación de los Freikorps (cuerpos libres), que eran grupos paramilitares reclutados entre los excombatientes recién desmovilizados y pagados por los industriales y banqueros; al termino cientos de personas entre ellas Rosa Luxemburgo fueron encarceladas, torturadas y asesinadas por dichos grupos el 15 de enero de ese año.

En la actualidad un domingo a mediados de enero se celebra en Berlín el Día de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, como homenaje por su asesinato, ambas personalidades representan una gran carga simbólica en el marxismo. De la noche de su muerte se recuerdan las siguientes palabras:

“El liderazgo ha fallado, incluso así, el liderazgo puede y debe ser regenerado desde las masas. Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución. Las masas estuvieron a la altura; ellas han convertido esta derrota en una de las derrotas históricas que serán el orgullo y la fuerza del socialismo internacional. Y esto es por lo que la victoria futura surgirá de esta derrota. El orden reina en Berlín! Estúpidos secuaces! Vuestro orden está construido sobre la arena. Mañana la revolución se levantará vibrante y anunciará con su fanfarria, para terror vuestro: Yo fui, Yo soy, y yo seré!”.                       

           

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